miércoles, 3 de octubre de 2007

Viajero inmóvil

Louis de Rougemont (1847 - 1921), considerado como un pionero en toda regla, es el primer caso moderno de viajero inmóvil. Este aventurero helvético que hace ya más de un siglo causó sensación en Londres publicando en la Wide World Magazine las espectaculares crónicas de sus grandiosas experiencias viajeras, pudo haber contado que había estado entre caníbales en Mallorca, pero prefirió ir mucho más lejos. Se fue a los antípodas, a Australia. Antes, se había dedicado, entre escafandras y batiscafos, a la pesca de perlas frente a la costa meridional de Nueva Guinea, pero una tormenta le desplazó al continente australiano, donde durante 30 años fue jefe de una tribu caníbal, viajó a lomos de tortugas gigantes, se curó de ciertas enfermedades durmiendo dentro de búfalos muertos, y con la nativa Yamba tuvo un hijo que ella devoró delante de él. Una vida que impresionó a los ingleses. Cuando el engaño fue descubierto -el tal Rougemont se llamaba en realidad Grin y, aunque había sido carnicero en Australia, la mayor parte de su vida no se había movido de la biblioteca del Museo Británico-, el genial fabulador trató de sobrevivir dando conferencias y anunciándose como el mayor embustero del mundo. Sir Osbert Sitwell, que siguió sus tristes últimos pasos, le recuerda vendiendo cerillas en la avenida Shaftesbury. "Este fantasma callejero vestía un abrigo viejo y raído, sobre el que caía su cabello ralo, y tenía un rostro sereno, filosófico, curiosamente inteligente".

2 comentarios:

vidiya dijo...

Resumen de la página Los comienzos del cine de Enrique Martínez-Salanova Sánchez.
http://www.uhu.es/cine.educacion/cineyeducacion/comienzoscine.htm

vidiya dijo...

Imagen:El viajero contemplando un mar de nubes de Caspar David Friedrich