sábado, 20 de octubre de 2007

Infiel



Prodigabas sus defectos,

sin encontrar su hermosura,

¿Por qué demonios te extraña

que ceda su calentura?.


Si jamás fuiste marido,

ni compañero, ni amante.

Si carbón para ti era ella,

y cualquier otra, brillante.


Pero al fin halló al artista

que vio en la mujer dulzura,

y desde entonces se amaron

en sesiones de locura.


Deberías dar las gracias

a tan ilustre galante,

que convierte tu basura

en el más puro diamante.


Pero tú sigues enfermo,

sólo la ves diferente,

¿No ves que cambió la forma,

de tristona a sonriente?.


Te acoges en la ceguera

y a Dios por ello bendigo,

que aquel que a tu mujer goza

soy yo, tu mejor amigo.


Hoy continúa la historia

de este billar a tres bandas

pues a todos beneficia

si no media propaganda.


Contento queda el marido,

pues sus guisos mejoraron

al ser felices las manos

que mi cuerpo exploraron.

José Manuel Pérez

1 comentario:

vidiya dijo...

Dos versiones del mismo autor, René Magritte, titulados ambos Los amantes (Les amants) y pintados el mismo año, 1928.
National Gallery of Australia, Camberra