El METROpolitano

El 17 de octubre de 1919 en la estación central de cuatro caminos se inaugura el ferrocarril metropolitano de alfonso XIII, el metro.
En 1917 Antonio palacios había sido nombrado arquitecto de la compañía metrolitana. El proyecto fue obra del ingeniero Miguel Otamendi.

Antonio Palacios Ramilo (1876 -1945) fue uno de los grandes arquitectos españoles, y significó para Madrid lo mismo que otros arquitectos de la época en la creación de la imagen urbana de las ciudades de finales del XIX y principios del XX, diseñando además la red del Metro, al igual que Otto Wagner en Viena o Hector Guimard en París.

Palacios es autor, entre muchos otros, del Palacio de Comunicaciones, el Círculo de Bellas Artes, Hospital de Jornaleros, la nueva sede de la Fundación Cervantes (antiguo Banco del Rio de la Plata), la Casa Matesanz, varios de los edificios de la Gran Vía Madrileña....
Diseñó gran parte de las instalaciones de la infraestructura de la nueva red del Metropolitano de Madrid, el símbolo, las estaciones, las entradas, los edificios, los talleres...
Antonio palacios fue arquitecto de la compañía durante más de 25 años, durante los cuales colaboró en la construcción de las lineas 1,2,3 y 4 y de sus edificios auxiliares. Aún hoy el metro mantiene en cierta medida el sello de Palacios en su logotipo, en los azulejos que se siguieron utilizando y en las barandillas de hierro enroscado que se mantuvieron en algunas bocas del centro.

El metropolitano
· las estaciones se fueron proyectando una a una en función de su situación. La recia balaustrada de granito pulido con el poste anunciador se usó para las bocas más monumentales.

· Las barandillas de hierro se colocaron en las estaciones mas sencillas, en los años 90 se reformaron algunas estaciones imitando aquellas.
· Lo más espectacular eran los templetes de acceso a los ascensores de las estaciones más importantes: puerta del sol y gran via. · La marquesina de sol era una sorprendente construcción de hierro y cristal que centró durante unos pocos años -fue retirado en 1934- el tráfico del corazón de la ciudad.
· La boca de gran vía (red de San Luís) se conservó hasta los años sesenta asentado sobre unos poderosos sillares de granito que contrastaban con la ligereza de su marquesina.
· En los interiores, la cerámica forraba exhaustivamente los andenes y los pasillos, creando un mundo de reflejos y coloridos de gran variedad y riqueza.