- un año de consuelo
- cinco años de recuerdo
- dos años de alivio
Por eso sorprende más la abundancia de viudas de las que hay noticia, mujeres que sin perder el recato social, mantenían amoríos secretos con un caballero rondador, aficionado tal vez a las artes y a las letras. La literatura y las partidas de nacimiento han dejado constancia suficiente de que aunque eran tiempos neoplatónicos los amantes cumplían con la urgencia de cama, a ser posible en el jardín. Llegados a este punto muchas no podían soportar los remordimientos y llamaban al confesor que disponía de inmediato la boda por la salvación de su alma. Ocurría entonces que si la viuda no había cumplido con los años de luto que la decencia imponía, y aún así se casaba, era el nuevo marido el que debía vestir un luto de cortesía hacia el primer marido durante un número de años igual al que a su mujer le faltaba por cumplir. Por supuesto han quedado para la historia las quejas de estos maridos consentidores que se sentían como cornudos ante la presencia obsesiva del difunto en sus vidas.
3 comentarios:
Extracto del libro "Las curiosidades" de Agustín Celis Sánchez.
No sé por qué no puedo entrar otra vez en el comentario de Lautrec. En fin, he escuchado a J. A. Cebrián y tengo una curiosidad, ¿alguien sabría decirme qué música es la que suena? Me recuerda a una película pero no estoy segura.
Nat no te puedo ayudar en cuanto a la música porque no lo sé. A ver si alguien nos ayuda...
En cuanto al comentario, hacía referenía a Juan Antonio Cebríán, que aprovecho para decir, por si alguien no lo sabe, que tiene un gran programa de radio "La rosa de los vientos" los sábados y domingos de 12 a 4 de la mañana en Onda cero.
Ideal para noctambulos.
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