Ley de uso coloquial en la que se dice que dado un sistema cerrado, la miseria —como la energía— se conserva. Se dice en este caso que la miseria "...no se crea ni se destruye, sino que se transforma".
Esta ley comparte su espíritu con la Ley de Murphy en su aplicación: Si algo sale bien, algo igualmente malo lo compensará.
Si algo puede salir mal, saldrá mal.
Corolarios
- Nada es tan fácil como le parece.
- Todo lleva más tiempo del que usted piensa.
- Si existe la posibilidad de que varias cosas vayan mal, la que cause más daños será la única que vaya mal y sucederá en el peor momento.
- Si usted intuye que hay cuatro posibilidades de que una gestión vaya mal y las evita, al momento aparecerá espontáneamente una quinta posibilidad.
- Cuando las cosas se dejan a su libre albedrío, suelen ir de mal en peor.
- En cuanto se ponga a hacer algo, se dará cuenta de que hay otra cosa que debió haber hecho antes.
- Cualquier solución entraña nuevos problemas.
- Es inútil hacer cualquier cosa a prueba de tontos, porque los tontos son muy ingeniosos.
- La naturaleza siempre está de parte de la imperfección oculta.
- Cuanto más intentes que las cosas sean perfectas, más te darás cuenta de que estás perdiendo tu tiempo.
- Lo que se gana por un lado, se pierde por el otro.
- Si algo se corta a la medida justa, será más pequeño que lo que se necesita.
Uno de los objetivos de esta ley es llevar a las personas a pensar las cosas más de una vez y contemplar todas las posibilidades antes de tomar una decisión para no cometer un error.
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