· A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
· Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame.
· No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.
· Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
· No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
- Cualquiera puede hacer una cosa, el mérito está en hacer creer al mundo que uno lo ha hecho.
- Cuanto más conservadoras son las ideas, más revolucionarios los discursos.
- Después de todo, ¿qué es la moda? Desde el punto de vista artístico una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
- Discúlpeme, no le había reconocido, ¡he cambiado tanto!
- El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean.
- El hombre puede creer en lo imposible, pero no creerá nunca en lo improbable.
- Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones.
- Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados.
- Perdona siempre a tu enemigo: no hay nada que le enfurezca más.
- Como mala persona soy un completo desastre. Hay montones de gente que afirman que no he hecho nada malo en toda mi vida. Por supuesto sólo se atreven a decirlo a mis espaldas.
1 comentario:
La imagen muestra el retrato que de Oscar wilde realizó su amigo Toulouse-Lautrec
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