domingo, 17 de junio de 2007

¡Qué vida más perra!

Laika, una perrita que estaba abandonada en las calles de Moscú, fue el primer ser vivo que orbitó la tierra. La subieron al Sputnik 2 (el Sputnik 1 se había convertido en octubre de 1957 en el primer satélite artificial) y el lanzamiento se hizo el 3 de noviembre de 1957. La idea de los científicos rusos, además de provocar la ira de los norteamericanos, era probar que era posible la vida en un ambiente tan exótico para los organismos terrestres como puede serlo un artefacto que da vueltas alrededor del planeta.
Según la versión oficial, Laika vivió siete días en la pequeña cápsula que le habían acondicionado; cada jornada tenía su propia ración de comida; con la ración número siete la perra ingirió un veneno y es que Laika inevitablemente moriría porque aún no estaba desarrollada la tenología que luego permitiría rescatar a los viajeros espaciales. Para evitarle una muerte traumática al ingresar el vehículo en la atmósfera y prenderse fuego, se prefirió que muriera tranquilamente, aunque a una altura insospechada para cualquier perro.
Dimitri Malashenkov (Instituto de Problemas Biomédicos de Rusia) contrarió la versión oficial en 2002 al afirmar que Laika murió 7 horas después del lanzamiento por stress y temperaturas extremas dentro de la cápsula.
Pero Laika no fue la única perra sacrificada en aras de la ciencia y especialmente en la carrera espacial:
- Llisichka y Bars murieron (julio 60) en una prueba de vuelo del Vostok (astronaves rusas)
- Belka y Strelka (agosto 60) lograron regresar del espacio luego de dar 18 vueltas por el espacio.
- Pchelka y Mushka (diciembre 60) murieron por una mala maniobra de reingreso en la atmósfera y el Sputnik 3 se incendió.
- Veterok y Ugolek lograron el record de permanencia canina, veintidós días orbitando en el biosatélite Cosmos. Y sobrevivieron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo que lo que le hizieron a laika de meterla en un cohete y enviarla al espacio, fue una putada, porque ella se murio por culpa de los científicos, no debieron de hacer eso.
Si querían saber que había ahí arriba que hubieran ido ellos total, a mi si se morían los científicos no me habría importado, no una pobre perra que no podía hacer nada más que ladrar y que como no sabía donde la llevarían se dejo meter en el cohete.
Los animales son muy inocentes.
y los científicos que hicieron lo de meter ahí a la perra, unos sinverguenzas.
La perra se murió de soledad y de stress y por las altas temperaturas.
Y luego los científicos se lamentaban por averla enviao.
De´pués de que hubiera explotao el cohete y se hubiera uemado la perra.
También está mal enviar a otros animales como hacían después de lo de laika.
Yo siento lo que sintió laika arriba sola,sufro lo que ella sufrió, a pesar de que yo no soy responsable de su vuaje, y lloro por no tener su existencia en la tierra.Me gustaría que viviera.
Pero los científicos aprovecharon que era callejera para enviarla allí y arruinarle la vida
Ojalá los científicos responsables de lo de laika les ocurra lo mismo que a la pobre perra.=(Yo por elo no me lamentaría pero por todos los animales enviados allí, si.