miércoles, 12 de diciembre de 2007

Manu, Maestro y Muslari

Vasco universalista, Manuel Leguineche (Arratzu, Bizkaia, 1941) es uno de los grandes periodistas de nuestro tiempo. Un buscador incansable de la verdad, un gran reportero, un aventurero, un viajero testigo de los acontecimientos más relevantes de las últimas décadas...
Entre los muchísimos galardones que ha recibido, están el Premio Nacional de Periodismo, el Pluma de Oro, el Cirilo Rodríguez, el Godó, el Julio Camba, y el Ortega y Gasset.
Ha escrito numerosos libros, de viajes, de crónicas, de reportajes, de análisis históricos de figuras y hechos.
Ayer premiaba la FAPE (Federación de Asociaciones de Periodista de España) a Leguineche «por su aportación relevante a la profesión periodística y la contribución a la defensa del ejercicio libre de la misma, de la dignidad profesional y de la libertad de expresión de un periodista español». Se le distinguía con la Orden al Mérito Constitucional «como premio a su actividad al servicio de la Constitución y de los valores y principios en ella establecidos y de manera particular su defensa del derecho a la libertad de expresión e información».
Reverte repasó la dilatada carrera del maestro y el amigo -«el único del que hablan bien todos los demás periodistas»- y su insobornable vocación de «un reportero, el mejor de las últimas décadas, que ha estado casi cinco en primera línea, sabiendo ver y escuchar para contárselo a los lectores».
Y para terminar, estamos hablando de un excelente ser humano.
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  • Soy capaz de ir al fin del mundo con tal de descubrir el silencio.

  • A veces ponemos el listón muy alto y buscamos una felicidad con mayúsculas que probablemente no exista. Aquí he aprendido a valorar lo pequeño.

  • Viajar es un ejercicio de higiene. Cuando llegas a un país hay que hacerlo de una forma humilde y sin comparar.

  • Quitando a Nelson Mandela, ninguno de los líderes que he conocido me han impresionado. Son de cartón piedra y dan siempre las mismas respuestas.

  • En periodismo no se puede ser objetivo, pero sí jugar limpio.

1 comentario:

vidiya dijo...

Todos los libros de Manu Leguineche son dignos de ser leidos, pero voy a habla de dos que no pertenecen al género de cronista de la realidad:
- La ley del mus podríamos clasificarlo como La Biblia del mus.
- El club de los faltos de cariño una especie de diario de autor, en pequeños textos y en sabio orden.
Tuve la satisfacción de hablar una vez con él, ya hace unos años de esto, y puedo asegurar que transmite una sincera naturalidad y amabilidad, todo un lujo.