Entre 1956 y 1957 Enric Bernat Fontlladosa tuvo la idea de hacer un caramelo que se pudiera agarrar con un palo. La inspiración le vino de dos hechos: el mayor consumidor de caramelos es el público infantil y éste acostumbra a sacarse el dulce de la boca con la mano. Bernat se lanzó de lleno a su nueva aventura, que nació con el nombre de Chups. Para asegurarse la rentabilidad del producto, en 1959 adquirió todas las patentes que pudieran competir con su invento. Luego pasó a aprovisionarse de la madera necesaria para la elaboración del caramelo y a contratar la maquinaria adecuada. Por último, estableció un novedoso sistema de autodistribución, con la creación de la Compañía Comercial e Industrial de Zaragoza, que financiaba unos Seat 600 decorados con el dibujo del Chupa Chups.
En 1961, el nombre de la golosina quedó definitivamente concretado en Chupa Chups. Bernat se remitió al anuncio con que se presentaba al público: "Es redondo y dura mucho, Chupa Chups".
Con la vista puesta en los mercados exteriores, el producto necesitaba de un nuevo logotipo, del que, por una tarifa millonaria, se encargó de realizar Salvador Dalí. En ese momento, también se sustituye el palo de madera por uno de plástico, más higiénico y seguro.
En la actualidad, Chupa Chups lidera la clasificación de las multinacionales catalanas, emplea a unas 1.700 personas, tiene presencia comercial en 150 países y el 90% del volumen de ventas se produce fuera de España.
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