Dicen los expertos que nada es comparable con la belleza de escuchar a un buen violinista tocar un 'stradivarius'. Desde hace siglos, las características sonoras de estos instrumentos han sido analizadas para tratar de reproducir su excepcional sonido, pero los esfuerzos han sido en balde.
Ahora, un equipo de científicos del departamento de Bioquímica de la Universidad de Texas, ha demostrado que parte del secreto se esconde en los productos químicos con que en su día trataron la madera.
La madera de arce utilizada por estos artesanos del siglo XVIII podría haber sufrido un proceso químico para preservarla y aumentar la calidad de su sonido.
En el mundo quedan unos 700 'stradivarius' auténticos, de los que el único conjunto íntegro que se conserva es el 'Quinteto palatino', que se guarda en el Palacio Real de Madrid.
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