Jiddu Krishnamurti nació el 11 de mayo de 1895, en la pequeña aldea de Madanapalle, en el sur de la India. Nacido en medio de una familia de clase media baja de la casta de los brahmanes, y por ser el octavo hijo varón, se le llamó Krishnamurti en honor de Shri Krishna. Murió el 17 de febrero de 1986, tres meses antes de cumplir 91 años, en el valle que amaba en Ojai, California.
Su vasta obra literaria refleja en todo momento una firme postura espiritual, abogando por el libre pensamiento como condición irrenunciable en un "ser humano completo", siendo su filosofía la más cabal expresión del libre albedrío que cada uno de nosotros poseemos y que muy raras veces ejercemos.
Sus pláticas y escritos no tenían conexión con ninguna religión específica
y no pertenecían ni a Occidente ni a Oriente, sino que eran para todo el mundo. Repudiando firmemente la imagen mesiánica, en 1929 disuelve de forma tajante la vasta y caudalosa organización que se había construido en torno a él y declaró que la verdad era una tierra sin senderos a la cual resulta imposible aproximarse mediante ninguna religión filosófica o secta convencional.
Por el resto de su vida rechazó insistentemente la condición de gurú que otros trataban de imponerle, negando él mismo su autoridad, no queriendo discípulos y hablando siempre como un individuo habla a otro. El núcleo
de sus enseñanzas estaba en la comprensión de que los cambios fundamentales de la sociedad podían tener lugar sólo con la transformación de la conciencia individual.
Acentuaba constantemente la necesidad del conocimiento propio y la captación de las influencias restrictivas y separatistas originadas en los condicionamientos religiosos y nacionalistas.
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