En un remoto lugar cerca del Polo Norte, se ha colocado la primera piedra de la construcción de un curioso lugar. Es una bóveda diseñada para guardar, en caso de una catástrofe, una enorme colección de todas las variedades de semillas conocidas por el hombre. Se espera que, eventualmente, la "bóveda del juicio final" contenga unos tres millones de muestras de semillas procedentes de todo el mundo. Quedarán almacenadas en las profundidades de una montaña ártica, empaquetadas en aluminio, rodeadas por muros de un metro de ancho, reforzados de concreto y puertas blindadas. Más de 100 países han apoyado el proyecto de la bóveda ártica que, se espera, salvaguarde la diversidad de cosechas del planeta en caso de una catástrofe global. El proyecto se construye en una de las remotas islas Svalbard al norte de Noruega, a unos 1.000 kilómetros del Polo Norte. El ministro de agricultura de Noruega, Terje Riis-Johansen la ha llamado, "un Arca de Noé en Svalbard". El propósito de la bóveda, dicen sus creadores, es asegurar la supervivencia de la diversidad de cosechas del mundo en caso de una epidemia de plantas, guerra nuclear, desastre natural o cambio climático. También intenta ofrecer al mundo la posibilidad de volver a comenzar el cultivo de cosechas alimenticias que en caso de un desastre fueran destruidas. Con temperaturas de menos 18º Centígrados, las semillas podrían durar cientos o incluso miles de años. Incluso si todos los sistemas de refrigeración fallaran, dicen los científicos, la temperatura en la montaña nunca superaría la temperatura de congelamiento debido al permafrost, la capa de hielo perpetua de la región. También se hicieron previsiones del cambio climático en un plazo de 200 años, incluyendo la posibilidad del deshielo de los dos polos y Groenlandia, para asegurarse de que en ese caso la bóveda se encontraría por encima del nivel del agua.La bóveda será administrada por el Fondo Global de Diversidad de Cosechas, fundado en 2004. Según su director, Cary Fowler, el Fondo comenzará a aceptar semillas procedentes de todo el mundo en septiembre de 2007, hasta juntar unos tres millones de muestras que esperan terminar de recolectar para el invierno del 2008.
2 comentarios:
Pero ¿y si ya no queda tierra fértil donde plantarlas?.
Se me ocurren unas cuantas preguntas con respecto a esto y todas bastante pesimistas, nat
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