miércoles, 25 de julio de 2007

Primer bandolero

Omar ben Hafsum (Parauta?, 854- Bobastro, 917)
Este Omar ha sido considerado por muchos el primer "bandolero" de Andalucía... un bandolero que casi llegó a ser rey de toda la región.
Omar era un muladí, es decir, un hispano (descendiente de visigodos) convertido al Islam, ya de familia. Se piensa que nació en Parauta, junto al castillo de Auta, al pie de la sierra de la Torrecilla.
Su ardoroso carácter ya le llevó a meterse en problemas desde joven, viéndose implicado en la muerte, algunos dirían asesinato, de un vecino por razones obscuras. A pesar de la protección que podía proporcionar ser miembro de una "buena" familia, decide tirarse al monte para evitar posibles represalias.
Mientras que algunos defienden que marchó al norte de África y pasó allí algún tiempo cultivándose intelectualmente y ejerciendo de todo, otros opinan que nunca salió de al-Andalus... en cualquier caso la siguiente vez que tenemos constancia de su presencia es en el enclave montañoso de Bobastro, junto con otro grupo de apátridas o fueras de la ley. Bobatro sigue siendo un misterio sin terminar de aclarar ya que su localización exacta se desconoce, aunque se cree que estaba en la provincia de Málaga, cerca de Mesa de Villaverde.
Al cabo del tiempo supo ponerse a la cabeza de un creciente grupo de descontentos, muladíes y mozárabes peninsulares (cristianos que vivían bajo dominio musulmán), insatisfechos con la presión centralista y las tendencias orientalizantes de Córdoba.
Desde su original base de Bobastro iniciará primero una serie de actos, considerados de pillaje, y luego rápidas campañas militares que le irán haciendo señor de las tierras de alrededor.
Sus éxitos militares, utilizando tácticas guerrilleras, su carisma personal y el uso del descontento y las tensiones reinantes harán que vaya ganando cada vez más poder, forzando a que se le reconociera el título de gobernador en el 880.
Las fuentes nos hablan de dos lemas bajo los cuales atrajo el descontento de la población mozárabe y muladí: "Bastante tiempo habéis sido esclavos. Es hora de que os pongáis de pie y echéis a los extranjeros", y "¿Hasta cuándo vais a soportar el duro yugo de los impuestos?"
Su poder llegó a ser tal (dominando territorios en Málaga, Sevilla, Jaén y Granada) que llegó a convertirse en una seria amenaza para el mismo califato cordobés. En el 889 comete un error fatal al enfrentarse en campo abierto y en batalla campal al conjunto de las tropas emirales el viernes santo (batalla de Poley, Aguilar-Córdoba); enfrentamiento que concluirá en una estrepitosa derrota.
Retirado de nuevo a su fortaleza de Bobastro, y continuando como asaltador de caminos, los seguidores le irán abandonando poco a poco. El acto final es el de su conversión al cristianismo, lo que reforzó sus lazos con sus apoyos mozárabes, pero le restó la confianza de los muladíes militantes y la población local. Algunos también ven aquí un problema amoroso. No obstante, se mantendría irreductible en su Bobastro hasta su muerte, en el 917.
Sus hijos continuarían la resistencia once años más (928), hasta que el primer califa, Abderraman III, tome la plaza y profane la tumba del otrora héroe esparciendo sus cenizas al viento.

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