lunes, 4 de febrero de 2008

Té verde

El constituye la segunda bebida más consumida en el mundo, sólo detrás del agua. En China, se lleva utilizado desde hace casi 3.000 años. Sin embargo, no fue hasta el siglo XVII, que el té se extendió y se convirtió en una bebida popular en Europa.
Dependiendo del lugar de origen del té, las condiciones climáticas varían y ello es la razón de que existan diferentes variedades de té verde, cada una con unas peculiares características en cuanto al olor, sabor y color de la infusión preparada. La recolección tiene lugar cuando la planta alcanza una edad de 3 años, y suele repetirse tres veces al año. Se escogen los brotes jóvenes que están formados por 5-6 hojas dispuestas alrededor de una yema terminal cerrada.
Tanto el té negro, como el té verde proceden de la misma planta. El té verde se elabora con las hojas cocidas al vapor y posteriormente secadas; mientras que el té negro se prepara dejando marchitar las hojas, que después se enrollan, se dejan fermentar y se secan. Pero como el té verde está menos procesado que el té negro, contiene más cantidad de antioxidantes y por ello, es el más potente de los dos.
El té verde se está convirtiendo en los últimos años en una de las variedades de infusión más consumidas en Occidente. Sus propiedades terapéuticas no dejan de asombrarnos. Ahora, expertos de la Universidad de Murcia y del centro John Innes de Inglaterra, han descubierto que tomar dos o tres tazas diarias de té verde puede ayudar a inhibir el crecimiento de células cancerígenas gracias al popyphenol EGCG presente en sus hojas.
Otras muchas cualidades se le otorgan a esta planta, sobre todo, los polifenoles del té verde son potentes antioxidantes; El té verde también presenta acción diurética, broncodilatadora y astringente (antidiarréica); ha demostrado ser capaz de reducir la formación anormal de coágulos sanguíneos con una eficacia similar a la de la aspirina; disminuye los niveles de azúcar en sangre, es decir, es hipoglucemiante; y tiene ligeros efectos antibióticos, frente a ciertas bacterias como los estafilococos y algunos virus. Y por último, ayuda a frenar el envejecimiento y el avance de algunas enfermedades degenerativas.
No es estraño el gran aumento de su consumo a la vista de sus importantes y variadas propiedades. Y añado que a todas ellas, acabo de encontrar una más, como preventivo de la caries dental.
Dado que no parece que tenga contraindicaciones graves, sólo que lleva algo de cafeina, tendremos que sumarnos a la tradición del té de las cinco, eso si, verde.

No hay comentarios: