jueves, 7 de febrero de 2008

Nuestro Annus Mirabilis

John Elliot, hispanista británico, una autoridad mundial sobre la historia de España y su imperio (Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 1996) definía el año de 1625 como annus mirabilis.
Una fecha en la que la Monarquía de Felipe IV (1605-1665) alcanzaba sus mejores triunfos: la rendición de Breda en Europa y la recuperación de San Salvador de Bahía en América. Del primero, Velázquez pintaría una obra extraordinaria, La rendición de Breda, también conocida por Las Lanzas.


Juan Bautista Maino haría lo propio con su Recuperación de Bahía de Brasil. Los dos lienzos, encargados en 1634, estaban destinados a ocupar un lugar principal en el Salón de Reinos del Palacio del Buen Retiro, expresión política y estética por excelencia de la grandeza de la Casa de Austria.
Cuenta John Elliot una divertida anécdota ocurrida ese mismo año, más concretamente en septiembre de 1625. Cuatro años después de la subida al trono de Felipe IV, en la Sala de Alcaldes de Casa y Corte se organizó un gran revuelo al recibirse la denuncia de que una mujer llamada Leonor había practicado «ciertos hechizos» sobre la persona del coletero -artesano especializado en prendas de ante- Antonio Díaz, suministrándole brebajes o filtros amatorios. Lo extraordinario del caso es que, al ser interrogada, la tal Leonor había manifestado que esas mismas sustancias eran las que administraba al Rey el Conde Duque de Olivares «para asegurarse de conservar la influencia sobre sus afectos».

1 comentario:

vidiya dijo...

Sobre John Elliot he encontrado una muy interesante entrevista de Enrique Krauze con el título El desengaño del impero español.
Aquí os dejo la dirección:
http://www.letraslibres.com/index.php?art=9053