miércoles, 6 de febrero de 2008

El más querido


Alberto de Wallenstein (1583-1634), fue un militar y político bohemio que se convirtió en un caudillo mercenario al servicio del emperador Fernando II. Llegó a poseer un ejército de entre 30.000 y 100.000 hombres bajo su mando durante la Guerra de los Treinta Años. De él se decía que era un hombre sin escrúpulos, arrogante y ambicioso que no quería a nadie, pero esto no es del todo cierto. Wallenstein dió sobradas muestras del amor que sentía por su caballo, al que puso el nombre español de El más querido.

El más querido no faltó a ninguna de las grandes batallas de la Guerra de los Treinta Años y cuando cayó en combate, Wallenstein mandó disecarlo para que aún después de muerto le hiciese compañía en su espléndido palacio de Praga.
Alberto de Wallenstein era un caudillo muy hábil y para mantener su poder y privilegios, no vacilaba incluso en negociar con sus enemigos. Por ello, según narra la historia, la Casa Imperial no lo veía con buenos ojos y el emperador, Fernando III de Habsburgo acabó mandando asesinar a Wallenstein. El asesinato fue perpetrado en una de las casas de Cheb el 25 de febrero de 1634. 
Según una leyenda, todas las noches Wallenstein se aparece como fantasma en las calles de Cheb montando su caballo predilecto. El hidalgo, de rostro pálido, viste una camisa blanca, con una mancha de sangre en el pecho. El caballo avanza silenciosamente por la ciudad y luego desaparece dentro del castillo de Cheb.
El más querido aún se conserva, siendo uno de los animales disecados más antiguos del mundo. Para ello, ha tenido que resistir muy diversos avatares, entre ellos, las dos guerras mundiales. Durante los años 50, en el palacio de Wallenstein se instaló un ministerio. Allí pasó tres décadas sin ningún tipo de cuidado.
En 1978 fue trasladado al Museo Regional de Cheb, previa una restauración parcial y ya más recientemente ha vuelto a ser reparado por los taxidermistas del Museo Nacional de Praga que consideran que podrá desafiar el tiempo al menos por unos 300 años.

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