sábado, 4 de agosto de 2007

Suicidios involuntarios

Varias son las hipótesis que justifican los aparentes suicidios, en muchas ocasiones colectivos, de las ballenas y otros cetáceos en playas y costas. La más plausible atribuye el fenómeno a lesiones en el sistema de ecolocalización de estos mamíferos, que emite sonidos en frecuencias inaudibles para los seres humanos y que podría compararse al sónar de un submarino. Este les resulta imprescindible para comportamientos tan dispares como son la localización del alimento, el apareamiento, la orientación durante sus migraciones o para comunicarse entre ellos. Algunos etólogos -científicos que estudian el comportamiento de los animales- achacan esta actitud a enfermedades crónicas que afectan, por lo general, a los ejemplares más viejos, que suelen ser los lideres de las manadas y quienes dirigen la marcha del grupo en busca de alimento o en sus largas migraciones. Otras hipótesis hacen responsables a las pruebas nucleares bajo las aguas oceánicas o, como se ha comprobado recientemente en las costas de las Islas Canarias, a las maniobras militares internacionales, que, al parecer, con sus equipos de sónares interfieren en los sistemas de ecolocalización de los cetáceos.

No hay comentarios: