Renzo Piano (1937), arquitecto italiano ganador del Premio Pritzker y uno de los arquitectos más prolíficos de las últimas tres décadas. Sus obras más conocidas son, el Centro Georges Pompidou (con Richard Rogers) y el Aeropuerto de Osaka. Ahora está proyectando la futura sede del New York Times.
En el 2004 el gran Renzo Piano acabó la construcción de una gigantesca basílica en el sur de Italia, donde el Santo Padre Pío estaba sepultado y se ha transformado en un lugar de peregrinación muy frecuentado.
La iglesia proyectada por Piano deja patente su espiritualidad a través de la búsqueda del infinito horizontal. Un recurso que se hace patente en la enorme cúpula de baja altura que da cobijo a la iglesia, y que se sostiene sobre 22 enormes arcos de piedra, el principal de los cuales tiene 16 metros de altura y lleva a gala ser el más grande construido nunca en ese material. «He intentado hacer prevalecer lo sacro sobre lo profano, el sentido de recogimiento sobre el de majestuosidad», subrayaba el arquitecto.
Sin embargo, las dimensiones de la iglesia del padre Pío son absolutamente majestuosas. Con sus 8.000 metros cuadrados de superficie construida, el santuario de San Giovanno Rotondo tiene capacidad para acoger a 7.000 fieles en su interior y a otros 30.000 en la explanada que se encuentra frente al templo, lo que la convierte en la segunda iglesia más grande del mundo, sólo por detrás de la basílica de San Pedro en el Vaticano, apta para albergar a 6.000 personas en su interior y a 150.000 en la plaza exterior.
La construcción de la iglesia tuvo un costo de 36 millones de euros. Para la construcción del templo fueron necesarios 1.320 bloques de piedra, amén de unos 30.000 metros cúbicos de cemento armado.
"He tratado de organizar la inmensa superficie y los espacios
de tal manera que la mirada de los visitantes puede perderse
entre el cielo, el mar y la tierra."
Renzo Piano
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