domingo, 4 de noviembre de 2007

Impresión por combinación

En cuanto al fotomontaje como medio ideológico progresista, se considera como precursor en su empleo al australiano Frank Hurley. Con 26 años, participó como documentalista gráfico en la expedición a la Antártida de 1911-13, donde obtuvo bellas composiciones nevadas. Volvió a este continente en 1914, como parte del heroico pero fracasado intento de Shackleton de atravesarlo, rodando un filme que tuvo cierto eco. Al regresar a una Inglaterra inmersa en la I Guerra Mundial, apenas se les valoró, y como capitán honorífico de la Fuerza Imperial Australiana se fue a primera línea, consiguiendo entre 1917-18 impactantes imágenes de la guerra de trincheras, entre ellas algunas de las primeras fotos bélicas en color. Una de sus fotos (Sobre la cima), parece que se convirtió en imagen arquetípica de esta I Guerra, siendo de hecho una composición múltiple a partir de doce negativos diferentes: "Intenté e intenté incluir los acontecimientos en un negativo simple, pero los resultados eran desesperanzadores". Hurley llamó a su nueva técnica impresión por combinación, y la usó para transmitir ideas pacifistas. Pero su propósito de respetar la mímesis fotográfica mediante la manipulación de los negativos, le llevó al embellecimiento estético del campo de batalla, al que dotaba de un aura poética casi intemporal, obteniendo un resultado contrapuesto a sus intenciones. La belleza formal de una imagen puede convertirse en protagonista de la recepción de la imagen, desplazando su significado.

1 comentario:

vidiya dijo...

El texto está sacado del artículo Fotografía, muerte y símbolo de Demetrio E. Brisset Martín.
Universidad de Málaga