lunes, 5 de noviembre de 2007

Flores de Bach

Edward Bach (1886-1936) obtiene en 1913 dos licenciaturas: la Carrera de Medicina en la Universidad de Birminghan y la Licenciatura en Ciencias. Y luego agrega otro título académico: Diplomado en Salud Pública extendido por la Universidad de Cambridge en 1914.
Cada vez más frustrado por los resultados que obtenía con los tratamientos de la medicina ortodoxa, incursiona en la Inmunología y Bacteriología, siempre con el firme propósito de buscar en la Naturaleza el sistema de curación de la enfermedad.
Para que podamos entender la concepción que el Dr. Bach tenía sobre la enfermedad, es necesario aclarar que intelectualmente él se identificaba con las ideas de Hipócrates, Paracelso y Samuel Hahnemann, entre otros. Para Bach resultaba esencial reconocer que el hombre tiene dos aspectos: uno espiritual y otro físico, y que de los dos, el espiritual es el más importante. La salud es el estado de armonía entre estos aspectos.
Elaboró un nuevo método de cura, totalmente basado en el estudio del alma humana. Eventualmente descubre que hay 12 grupos de estados mentales predominantes. Y que éstos se relacionan a los tipos de lecciones que las personas necesitan aprender durante su vida.
Era un convencido de que la personalidad del paciente era la clave para su tratamiento, consideraba que la enfermedad era en sí beneficiosa y correctiva, siendo la manera que tiene el alma para indicarnos nuestro camino. Así pues, se dedicó a estudiar el alma humana y sus conflictos con la intención de hallar un remedio que permita a cada persona encontrar su armonía, la curación y la prevención de futuras enfermedades.
Fue en el año de 1917, cuando el Dr. Bach sufrió una importante hemorragia, donde los médicos intervinientes le anunciaron que no le quedaban mas de tres meses de vida, situación que lo llevó a dejar su trabajo en el hospital y dedicarse a investigar en su laboratorio algo que no sabía cómo ni dónde encontrar. Sin embargo, en uno de esos días de lentas caminatas percibió algo diferente, una flor que le marcó el camino de muchas otras.
Dicen que buscó una medicina sencilla en la naturaleza. Partiendo de eso, y de las emociones caracterológicas, eligió ciertas flores. Así elaboró 38 remedios florales (Flores de Bach) que permitirían armonizar 38 estados del alma o 38 emociones humanas, como por ejemplo: la incertidumbre, el miedo, la ira, el orgullo, la codicia, la ignorancia, la depresión, etc.
Probó los remedios consigo mismo y luego con sus pacientes. Encontró los resultados alentadores, y dedicó el resto de su vida a desarrollar este método. Murió en el año 1936, después de terminar su sistema floral de 38 remedios, y uno más, que él llamó Remedio Rescate (Rescue Remedy), declarándose feliz de haber encontrado una medicina no agresiva para tratar las enfermedades y recuperar la salud.
Aunque no hay estudios científicos sobre la efectividad de las Flores de Bach, para muchos no pasa de tener efecto placebo, pero lo que nadie discute (ni la medicina convencional) es el carácter no agresivo de esta práctica.
Las flores de Bach se encuentran dentro del grupo de las llamadas medicinas alternativas, y están reconocidas por la Organización Mundial de la Salud desde 1976.

1 comentario:

vidiya dijo...

En enero de 1936 Bach recibe una carta del Consejo Médico General con amenazas para retirar su matrícula del Registro, con motivo de disuadirlo de sus actividades en las que emplea a "asistentes no calificados". Contestó tales amenazas con una carta en la que él mismo deserta de la medicina ortodoxa. Jamás le fue retirada su matricula del Registro Profesional.