El 23 de mayo de 1844, en Shiraz, Persia, un comerciante de 24 años conocido como el Báb anunció la inminente aparición del Mensajero de Dios que esperaban todos los pueblos del mundo. El título Báb significa "la puerta." Aun siendo portador de una revelación independiente de Dios, el Báb declaró que su propósito era preparar a la humanidad para este advenimiento.


El modo de vida que procuran cultivar los bahá'ís es aquél que estimule el desarrollo personal. La oración y meditación diaria liberan al alma de las pautas condicionadas y lo abren a nuevas posibilidades. Participando en proyectos con personas de diversas procedencias derriba prejuicios tradicionales. Se evita el uso del alcohol o de drogas narcóticas, excepto cuando esten prescritas por razones médicas, porque estas sustancias acaban aniquilando la mente. Lo mismo ocurre con el hábito de la murmuración, que debilita la confianza entre la gente y arruina el clima de unidad del que depende el progreso humano.
Entre los principios que promueve la Fe Bahá'í como vitales para alcanzar esta meta figuran:
· El abandono de todas las formas de prejuicio.
· Asegurar a las mujeres plena igualdad de oportunidades con los hombres.
· El reconocimiento de la unidad y relatividad de la verdad religiosa.
· La eliminación de los extremos de pobreza y riqueza.
· Conseguir la educación de todos.
· La responsabilidad de cada persona de buscar la verdad independientemente.
· El establecimiento de una federación mundial.
· Reconocer que la verdadera religión está en armonía con la razón y la búsqueda del conocimiento científico.

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