jueves, 9 de junio de 2011

Abenjaldún

Abd-ar-Rahman ibn Muhammad ibn Jaldún al-Hadrami o Ibn khaldun (1332-1406) pero más conocido como Abenjaldún, fue un eminente historiador y filósofo, siendo su obra uno de los monumentos históricos más impresionantes de la historia del pensamiento. La elabora bajo el principio fundamental de la objetividad, con una auténtica visión de futuro y un análisis hasta entonces desconocido. Por ello está considerado como precursor de la sociología.



Nacido en Tunez de una familia andaluza originaria de Hadramawt (región de la costa sur de la península arábiga), que había emigrado hacia el África del Norte y de ahí a España alrededor del siglo IX, algunos decenios después de la invasión musulmana de la península ibérica. Establecidos en Sevilla, sus antepasados ocuparon lugares prominentes en los reinados omeya, almorávide y almohade de la España islámica.


Su existencia transcurrió en todas las ciudades musulmanas del sur del Mediterráneo: de Granada y Sevilla a El Cairo y Damasco. Y fue en Granada donde escribió su Libro de Prueba, Registro de eventos y comienzos de los Días de las árabes, persas y bereberes y sus poderosos contemporáneos, un estudio de la mentalidad y comportamiento de los árabes crítico y abierto al cambio. Dejó reflejados los principales hechos de su vida en una detallada Autobiografía en donde se cuentan sus peripecias políticas que fueron muchas y variadas a lo largo de su existencia.


En 1382 vió la luz su opus magna: los Muqaddimah (Introducción a la Historia Universal), que es un trabajo enciclopédico con una introducción y el resto dividido en seis secciones a libros que es un compendio de los conocimientos de la époc desde la cosmografía y la geografía del mundo hasta la retórica y la poética. Este esquema aristotélico, estructurado por un erudito conocedor del estagirita, constituye evidentemente la síntesis más comprensiva de las ciencias humanas, efectuada por los árabes. Para José Ortega y Gasset son “un libro que parece escrito por un geómetra de la Hélade”


Sus fuentes son numerosas y su erudición notable. Recomienda clasificar los hechos según su “importancia relativa”, agruparlos e interpretarlos. Propone varias reglas útiles de crítica que favorece que el historiador acceda a la verdad. Los Muqaddimah contrastan, por su imparcialidad política, con los vaivenes de la vida pública del que los escribió, ya que en ellos no vemos aparecer el compromiso político en ninguna de sus formas y con ninguna casa o dinastía reinante. Intentan elevarse a los conceptos generales aplicables a cualquier conjunto de hechos históricos sea cual fuere su situación espacial y temporal. Su historia es, como él mismo lo advierte, una historia universal. Se trata de una “ciencia nueva” tanto por su objeto y método como por sus postulados y conclusiones. Es lo que actualmente llamaríamos una “antropología filosófica”, basada en la historia, los cambios económicos y la vida social en general. Fue el último y máximo representante de una determinada cultura, la árabe medieval.




“Habiéndome enterado de diversos y numerosos trabajos



realizados en el campo de la historia, y al cabo de sondear


las honduras del pretérito y del presente


logré despertar mi intelecto de su somnolencia y pereza y,


aunque de corta riqueza en el saber,


inicio un regateo conmigo mismo


a efecto de decidirme a componer una obra.


Así pues, he escrito un libro sobre la historia


en el que descorrí el velo


que cubría los orígenes de los pueblos.”



Abenjaldún

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