viernes, 8 de abril de 2011

Hachikō

Hachikō fue un Akita Inu nacido en noviembre de 1923 en la ciudad de Odate (Prefectura de Akita, Japón). En el año 1924 fue trasladado a Tokio por su amo, Eisaburō Ueno, que era profesor del departamento de agricultura en la Universidad de Tokio. Durante dos días recorrió la distancia existente de la Prefectura de Akita a la estación de Shibuya en tren, en una caja. El profesor envió a unos asistentes a recogerlo, pero al descubrir estos el contenido de la caja se lo encontraron tan quieto y extenuado que creyeron que había muerto. Al llegar a la casa del señor Ueno, este lo éxamino y trató de reanimarlo. Con un vaso de leche consiguió que Hachikō despertara. Al abrazarlo y alzarlo se percató de que las patas delanteras las tenía ligeramente curvadas. Por este motivo decidió llamarlo Hachi (ocho en japonés) dado el parecido de sus patas con el kanji o caracter japonés que representa el número ocho. El perrito era un regalo para la hija del profesor. Pero esta quedó embarazada justo por aquellos días y abandonó la casa familiar para casarse con su novio y vivir con la familia de este, la cual no estaba demasiado interesada en hacerse cargo de un perro.


Hidesaburo Ueno, nacido el año 1871 era profesor de la Universidad de Tokio centró su labor investigadora en la agricultura, desarrollando, entre otras, técnicas para aumentar la producción en las tierras de cultivo, las cuales llegaron a aplicarse tras el gran terremoto de Kanto para reactivar la economía de la región. Cuando el profesor marchaba cada mañana hacia su trabajo, Hachikō le acompañaba hasta la estación de Shibuya donde aquel tomaba el tren. Luego marchaba para casa y volvía a hacer acto de presencia a la hora de regreso para esperar a su dueño.
El 21 de mayo de 1925 el profesor Ueno sufre una hemorragia cerebral que le provoca la muerte en medio de una clase y ese día Hachikō tuvo que marcharse sin verlo aparecer. Pero Hachikō volvía cada día para verlo bajar del tren, pensando cada nuevo día en que vería por fin aparecer a su dueño. Durante 10 años seguiría haciéndolo hasta que finalmente falleció por la filaria el 7 marzo de 1935.

Fue gracias a las personas que transitaban por el lugar, a los dueños de los comercios de los alrededores y a los encargados de la estación que acostumbrados a ver al profesor junto a su perro, repararon en el extraño comportamiento del can y le ofrecieron alimentos y cuidados durante la eterna espera.

Sus restos mortales fueron depositados en una caseta de piedra que se construyó junto a la tumba del profesor, , un tiempo después, sus restos fueron exhumados, restaurados y disecados para donarlos al Museo de Ciencias Naturales de tokio.

En abril de 1934 las autoridades descubrieron una estatua de bronce en la Estación de Shibuya en honor de Hachikō en presencia del propio perro, que aún vivía. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial, la estatua sería fundida para la utilización de su metal, pero se erigió una nueva en agosto de 1947, que aun está presente. La nueva la realizó Takeshi Ando un escultor hijo de quien hizo la anterior, Teru Ando. Existe también otra en la Estación de Odate.
El 8 de abril de cada año se recuerda a Hachiko en la plaza que hay frente a la estación de trenes de Shibuya, y su popularidad ha llegado a ser tal que, el año 1987, su vida fue llevada a la gran pantalla en la película titulada Hachiko monogatari, dirigida por el director nipón Seijiro Koyama.
Hay otra versión titulada Siempre a tu lado. Hachiko. dirigida por Lasse Hallstrom y protagonizada por el ya veterano Richard Gere, aunque, en este caso, la acción se desarrolla en los EE.UU. en vez de en Japón.

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