Obanos, cruce de caminos, es cuna de una de las leyendas más hermosas del Camino de Santiago, cuya transmisión oral de generación en generación dio lugar en los años sesenta al espectáculo de reconstrucción histórica que se dio en llamar Misterio de Obanos o Misterio de San Guillén y Santa Felicia.
Del martirio de Santa Felicia y la penitencia de San Guillén, es un auto sacramental. Da cuerpo literario a una leyenda secular del siglo XIV sobre los hijos de los Duques de Aquitania. Tras recorrer el Camino de Santiago y sentir la vocación religiosa, la princesa Felicia decidió abandonar las comodidades de la corte y esconder su rango en el Señorío navarro de Amocáin (Valle de Egués), donde su hermano Guillermo le descubrió y dio muerte, ante la negativa a asumir las responsabilidades de su estirpe.
La tumba de Santa Felicia quedó fijada en el pueblecito navarro de Labiano (Valle de Aranguren), el cielo hizo florecer en prodigios su sepulcro, mientras que su hermano Guillén alcanzó igualmente la santidad tras peregrinar a Compostela y llorar su crimen durante el resto de su vida en la ermita de Arnotegui, próxima a Obanos, donde consoló a los peregrinos del Camino de Santiago y socorrió a los pobres, y donde aún hoy se veneran sus restos.
Actualmente, la representación del Misterio de Obanos tiene lugar cada dos años, en los años pares, lo que le permite coincidir con los años jacobeos. La obra conserva el carácter popular de su primera puesta en escena en 1965, ya que sigue implicando de forma activa a buena parte de los vecinos de la Villa navarra de Obanos, que dan vida a los cerca de 800 personajes.
El programa se desarrolla concretamente en la segunda quincena del mes de julio y comprende la puesta en escena de la obra en ocho sesiones consecutivas.
Al padre Santos Beguiristáin le cabe el honor de haber sido el alma, el corazón, y la vida del retablo escénico, "Misterio de Obanos" de ambiente medieval y que tiene como trasfondo todo el contenido vital de lo que significaba el Camino de Santiago para los hombres y mujeres de la Edad Media.
Nacido en Argentina en 1908, Santos Beguiristáin regresó a los cuatro años con sus padres a Obanos, para proseguir sus estudios en Lecároz e ingresar en el Seminario Conciliar de Pamplona en 1924. Con 18 años, y becado por la Diócesis, se traslada a Roma para realizar sus estudios de Teología y Derecho, doctorándose en ambas materias en la Universidad Gregoriana.
Desempeñó hasta 1975 de asesor religioso del Ministerio de Información y Turismo. En esta etapa promueve el "Misterio de Obanos".
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