El joven halló, entre los 393 trillones de respuestas posibles, la solución correcta, el número que multiplicado trece veces por sí mismo produce el número de 200 dígitos elegido aleatoriamente mediante un paquete informático.
Para calcular la raíz 13ª de un número más sencillo, de sólo 100 dígitos, el primer récord se marcó en 1970 y fue de 23 minutos. Ahora Lemaire ha logrado hacerlo en 3,62 segundos.
Lemaire dice que lo que él hace es transformar una fila de números en otras estructuras para poder "ver" la solución a un problema.
"Cuando pienso en números a veces lo que veo es una película, otras veces frases. Yo puedo transformar los números en palabras y eso es muy importante para mí. El arte es convertir trozos de memorias en algún tipo de estructura", explica.
"Veo imágenes, frases, acciones. Es muy táctil, muy sensible. Hago asociaciones entre lugares y números. Algunos sitios son imaginarios, trato de tener una variedad, para no confundir los números. Lo importante es memorizar; tengo que ser preciso", añade Lemaire.
"Cuando pienso en números a veces lo que veo es una película, otras veces frases. Yo puedo transformar los números en palabras y eso es muy importante para mí. El arte es convertir trozos de memorias en algún tipo de estructura", explica.
"Veo imágenes, frases, acciones. Es muy táctil, muy sensible. Hago asociaciones entre lugares y números. Algunos sitios son imaginarios, trato de tener una variedad, para no confundir los números. Lo importante es memorizar; tengo que ser preciso", añade Lemaire.
Por su parte, el científico del cerebro Allan Snyder ha sugerido que probablemente todos contamos con las mismas habilidades, sólo que no sabemos como acceder a ellas.
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