jueves, 1 de noviembre de 2007

AYYYY

Sonó el timbre y ella fue a abrir la puerta. Era su marido.
- ¡Ayyyy! - gritó ella- pero si vos estás muerto!
Él sonrió, entró y cerró la puerta, Se la llevo al dormitorio mientras ella seguía gritando, la puso en la cama, le sacó la ropa e hicieron el amor. Una vez. Dos veces. Tres. Una semana entera, mañana, tarde y noche haciendo el amor divina, maravillosa, estupendamente.
Sónó el timbre y ella fue a abrir la puerta. Era la vecina.
- ¡Ayyyy! -gritó la vecina-, ¡pero si vos estás muerta! -y se desmayó.
Ella se dio cuenta de qe hacía una semana que no se levantaba de la cama para nada, ni para comer ni para ir al baño. Se dio vuelta y ahí estaba su marido, en a puerta del dormitorio:
-¿Vamos yendo, querida? -dijo y sonreía.

Angélica Gorodischer

1 comentario:

vidiya dijo...

En la fotografía, a la izquierda, se puede apreciar la figura de un hombre. Si amplias la imagen (pinchando sobre ella) se ve con algo más de claridad.