El conjunto escultórico 'El Peine del Viento' de Eduardo Chillida fue inaugurado oficialmente el 17 de octubre, treinta años después de su colocación en la bahía de San Sebastián, de esta manera, contó con la inauguración que no tuvo en septiembre de 1977 para suplir así el vacío social e institucional que rodeó la colocación de estas tres piezas de acero, que surgen de unas rocas visibles en el mar. Treinta años no son nada para una obra convencida de llegar a los quinientos, para deleite del que allí acuda.
Situado en la ladera del Monte Igueldo, en el extremo occidental de la playa de la Concha es la obra más querida de de su autor. Junto con la barandilla de la Concha y recientemente el Kursaal de Rafael Moneo, es por méritos propios, una de las tres señas de identidad de San Sebastián.
Separadas por unas decenas de metros, cada una de las tres esculturas metálicas que conforman "El Peine del Viento" tiene un peso de nueve toneladas y parece nacer del mismo vientre de las rocas del acantilado.
El artista vasco diseñó un sistema de tubos capaces de producir un peculiar sonido cuando el aire impulsado por las olas atraviesa una serie de orificios.
1 comentario:
La negativa de Estados Unidos a prestar sus helicópteros para la instalación de las tres esculturas no fue impedimento para que, gracias a José Mª Elósegui, Luis Peña Ganchegui y Patricio Echeverría, se llevase a cabo tan complicada tarea.
He recurrido a mi archivo de fotos para poner dos de las muchas que tengo de esta obra, que procuro visitar siempre que me es posible.
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