La ciencia sigue teniendo Barba

Perseverancia, inquietud, observación, Mariano Barbacid Montalbán usa todas las armas que tiene a su alcance en una quimera a la que ha dedicado su vida: la guerra contra el cáncer.
La obsesión de este biólogo molecular le ha llevado a vivir veinte años en Estados Unidos investigando sobre esta compleja enfermedad. Allí es donde consiguió, junto con su equipo, aislar el primer oncogén humano. Ahora ya en España, continúa su labor como director del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas Carlos III. Para él, la batalla contra el cáncer se encuentra en este momento en un punto crucial, ya que "en estos últimos años se han acumulado muchísimos conocimientos, y tienen que ser aplicados para el descubrimiento de nuevas terapias y nuevos métodos de diagnóstico"... Hoy muere más gente de cáncer que en 1963. Las curaciones vienen a ser de un 50 o 55%. Pero también es cierto que cuando uno usa la palabra curación no entiende lo mismo que el ciudadano de a pie. Para nosotros curar significa supervivencia de más de cinco años desde el momento en que se diagnostica. Lo que sí es cierto es que la mayoría de los fármacos de que disponen los médicos para tratar al paciente son prehistóricos. El fármaco más vendido en el área del cáncer en el mundo no es para curarlo, sino para paliar los efectos dañinos de los fármacos anticancerosos (los G-CS) porque cuando se trata a pacientes lo que más sufre es el sistema inmune. Esto hace que el enfermo se recupere mejor, tenga mayor calidad de vida y soporte dosis más fuertes de agentes tóxicos.
Consiguió aislar el oncogén humano T24 (en carcinoma de vejiga). Este hecho supuso un increíble avance para el estudio del cáncer en cuanto a las bases moleculares. En los meses siguientes estuvo ampliando sobre su descubrimiento llegando a determinar que dicho oncogén era una mutación de un alelo perteneciente a la familia Ras, y descubriendo su mecanismo de activación.
En 2003 demostró que la enzima CDK2, que se creía imprescindible en la división celular, no se necesitaba para el inicio de la replicación.