Carlos Páez Vilaró nació en la capital uruguaya de Montevideo el 1 de noviembre de 1923. Su vocación artística le llevó a partir por el mundo y a conocer las más grandes ciudades, hasta que regresó a Uruguay en la década de 1940. Pintor, muralista, escultor, ceramista y poeta, que ya medio siglo atrás, incursionó en el universo de los objetos abandonados para recrearlos y ponerlos en vigencia otra vez, vinculándolos al arte.
En 1972 las circunstancias le convirtieron también en "padre coraje". El avión que llevaba a un equipo juvenil de rugby de Montevideo a Santiago, Chile, se perdió en la Cordillera. Increíblemente, un grupo sobrevivió 72 días en la nieve. Carlitos Miguel, su hijo, iba en el avión. El pintor viajó a Chile para apoyar la búsqueda y cuando oficialmente ésta se dio por concluida, él siguió. Le decían el loco que busca a su hijo.
Fue mucho antes que eso, corría el año de 1958, cuando Paéz Vilaró descubrió Punta Ballena. Sin árboles ni caminos trazados. Sin luz y sin agua. Allí, en medio de la nada, el artista uruguayo levantaría su taller de pintor.
La construcción inicial fue una casilla de lata, donde él almacenaba puertas, ventanas y materiales para su futura casa. Luego construyó “La Pionera” una estructura de madera, de aquella que el mar traía los días de tormenta y que Paéz Vilaró se encargaba de recoger con la ayuda de los pescadores. En 1960 empezó a cubrirla de cemento y la modeló con sus propias manos, a manera de escultura… Cada detalle, cada rincón fue modelado por sus manos, a manera de estructura… en rebeldía contra la arquitectura y en desafío a la línea recta. La edificación se levanta sobre un acantilado rocoso frente al Río de la Plata… cuenta con una altura de ocho pisos, aunque se dice que seguirá estirándose “hacia el cielo y el mar”, de manera que sólo “los pájaros en vuelo puedan medir su dimensión”.
Todos los días, al atardecer se hace en el complejo de Casapueblo la ceremonia del sol, con la lectura de un largo poema escrito por Páez, que concluye cuando el sol se apaga en el horizonte.
Cada recoveco, salón o patio de esa gigantesca construcción ha sido bautizado por el pintor uruguayo con el nombre de algún ilustre visitante relacionado con la cultura. Existe la sala Pablo Picasso, una sala y un patio a Pablo Neruda, un camino de Ernesto Sábato…
Casapueblo es un museo-taller, un hotel y la residencia del artista.
1 comentario:
Para adentrarse en el universo de Carlos Páez Vilaró, nada mejor que entrar en su página:
http://www.carlospaezvilaro.com/casapueblo.swf
Una buena entrevista al artista se puede encontrar aquí:
http://www.lanacion.com.ar/Archivo/Nota.asp?nota_id=537743
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