Hace ya bastantes años, en una noche cualquiera de San Fermín apareció a eso de las primeras horas de la madrugada, un sujeto de la mano de una bicicleta de esas antiguas. Como indumentaria llevaba una gorra de plato y una librea tipo conserje. En el bolsillo llevaba un boligrafo y una libreta y en la solapa del bolsillo una chapita que decia: realojador Municipal.
El tipo en cuestion, serio y muy centrado en su labor, paso desapercibido alla donde estuvo y nadie apenas reparó de su presencia. Discretamente se paseo por todos los parques y jardines y amablemente con un par de leves pataditas, fue despertando a todos los forasteros, que cubiertos con mantas o sacos de dormir, descansaban por los suelos.
-Tu! ¿que haces aqui?, ¿no tienes donde dormir?
Con voz condescendiente les decia.
-Anda toma, aqui tienes cama.
En la libreta apuntaba una dirección cualquiera al azar, le daba la hoja y lo mandaba para alla.
A la señora Felisa casi le da un shock cuando a las tres de la mañana se le aparece un barbudo, desaliñado y medio dormido, con una manta de cuadros al hombro sujeta con una mano y en la otra la nota del "realojador Municipal"
-Me ha dicho que aqui tenia cama.
Esa noche la plantilla de la Policia Municipal se empleo a fondo para localizar al realojador y alojarlo en los calabozos municipales, mientras decenas de personas llamaban a comisaría para anunciar nuevos realojos municipales y exigiendo una explicación de que con que autoridad el ayuntamiento disponia de las camas de sus hogares para ofrecerlas a transeuntes.
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Fuente:
http://www.websanfermin.com/sanfermin/
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