Allá por el año 1900 una mujer que vivía a 12 kilómetros de Pamplona tenía por costumbre ir –andando– a las fiestas de Pamplona, los famosos “sanfermines”. Bien, esta mujer con sus hijos pequeños de la mano y dentro de la vorágine de la fiesta y de todos los estímulos que puede ofrecer ésta (ya sabes los encierros, los toros, carruseles, música, etc., etc. ) se fijaba en un detalle diminuto y que pasa absolutamente desapercibido, y es que ella se quedaba prendada, embelesada con unos pendientes (de fantasía) que llevaba una de las figuras de la comparsa de gigantes y cabezudos que alegraban la calle. Eran ocho gigantes y de ellos la que se conoce como reina europea era su preferida, y claro está los pendientes de ésta y su “vaivén” cuando era bailada.
Esta mujer del campo sin duda de gran sensibilidad trasmitió este detalle casi a 4 generaciones en su familia. Era un secreto de familia, algo íntimo, y sin duda precioso.
Yo he desvelado esta historia porque estamos rodeados de pequeñas cosas en las que a veces no nos fijamos. Es un canto a las cosas pequeñas, a los pequeños objetos, a la memoria, a la tradición oral que sin duda nos ayuda a hacer lecturas diferentes de la época que nos toca vivir, y yo lo quiero hacer con música.
Quiero decir algo así como ¡viva la mujer de Muru Astrain!
JOSETXO GOIA-ARIBE
saxofonista, tenor y soprano, además de compositor
1 comentario:
Historia sacada de una entrevista de Víctor Bobeche de la página Perfiles en
http://www.tomajazz.con/perfiles
Para conocer más sobre Josetxo Goia-Aribe dejo aquí su página:
http://www.josetxogoia-aribe.com/
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