La clave, según sus estudios, está en el 'OCA2', un gen relacionado con la producción de melanina que, originalmente, puede dosificar su cantidad dentro del espectro entre el marrón -el color predefinido para el ser humano- y el verde, pero nunca para el azul. De hecho, cuando esto pasa y la función del OCA2 y la producción de la melanina es totalmente silenciada, prácticamente no hay generación de este pigmento y se produce la condición denominada albinismo. La investigación se inició en 1996 y "comenzó estudiando 50 genes distintos" en busca de una explicación, que se halló finalmente de manera muy focalizada: "La gran sorpresa fue encontrar la causa de todo en un solo gen", resume el doctor danés.
Este hecho sucedió, curiosamente, al noroeste del mar Negro, según Eiberg, quien explica que "dado que es un gen recesivo, no fue hasta varias generaciones después cuando nació una persona con los ojos azules", lo que redujo en los nuevos "mutantes" el riesgo degenerativo de la endogamia. Hoy en día, las 150 millones de personas con este color de ojos demuestran el éxito genético que la nueva tonalidad obtuvo, y que su posesión, originalmente exclusiva de la raza caucásica, ha trascendido gracias al mestizaje.
Otro detalle que destacó Eiberg es que, según su opinión, esta mutación es relativamente neutra en términos de representar mejoras o desventajas en la carrera de la supervivencia genética y en la evolución. Algo similar a lo que ocurre con ser pelado, o tener algunas manchas en la piel. Es, simplemente, el resultado de las constante mutaciones aleatorias que prueba y descarta la madre naturaleza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario