Don Luis María Pérez de Guzmán y Nieulant, marqués de Bolaños y conde de Nieulant, fue el primer propietario que matriculó en Madrid un vehículo a motor. Curiosamente el conductor del automóvil, fue su hijo César Pérez de Guzmán (no confundir Guzmán con Tudela), que inventó un extraño claxon por el que llegó a obtener la patente en España.
A partir de ahora ya sabemos que tenemos que acordarnos del marqués de Bolaños y conde de Nieulant y de su muy distinguida esposa, cada vez que oigamos el entrañable sonido de una bocina.
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