Cuando el cuento de William Steig fue aceptado como base del argumento de Sherk, faltaba darle forma al ogro y como este debía ser o parecer un hombre común y corriente, pero muy desarrollado, de cálida mirada y sonrisa amigable, DreamWorks, aunque nunca lo reconoció, encontró estas características en una persona cuyo sueño era ser actor pero que sus características físicas se lo impidieron.
Esa persona era Maurice Tillet, nacido en Francia en 1903 su vida cambió a los 20 años al desarrollar Acromegalia, una enfermedad endocrinológica que produce en exceso la hormona del crecimiento, lo que provoca que la cabeza y extremidades crezcan en forma desproporcionada y otras deformidades físicas. Causa una muerte prematura y una vida de dolores físicos, como artritis, migrañas, hipertensión, diabetes y problemas cardiacos y renales. A pesar de sus problemas físicos Tillet continuó estudiando durante los siguientes 25 años de su vida, llegó a hablar 14 idiomas, le gustaba jugar al ajedrez y se convirtió en poeta, pero el rechazo social que provocó su enfermedad, llevó a Tillet a buscar una nueva identidad en Estados Unidos, dónde se convirtió en luchador profesional con el nombre de “El Ángel Francés”, aunque pronto fue descrito como “el monstruoso ogro del ring”. En 1944 se convirtió en campeón nacional de luha libre tras derrotar a Steve “trituradora” Casey. Una vez conseguido el título, abandonó la lucha para dedicarse a escribir y jugar al ajedrez con su amigo el empresario Patrick Kelly.
Hay un busto de tamaño natural de Tillet en el Museo Internacional de Ciencias Quirúrgicas en Chicago, Illinois. El busto fue realizado en 1950 por su compatriota Louis Linck.
En el año 1954 ya muy enfermo y en su lecho de muerte, Bobby Managoff, otro campeón de lucha libre, le pidió si podía hacer un molde con yeso de su cara, Tillet aceptó. Bobby hizo tres máscaras. Una de los cuales se la dió a Milo Steinborn, que la donó al York Barbell Museum, mientras que las otras dos terminaron con Patrick Kelly. Una de las máscaras la mantuvo en su escritorio durante años, la otra la donó al Museo Internacional de Lucha Libre en Iowa.
Maurice murió el 4 de Agosto de ese año de una enfermedad coronaria a la edad de 51 años.
Una curiosa anécdota paranormal sucedida alrededor de 25 años después de su muerte narra como Patrick Kelly instaló un juego de ajedrez en su ordenador, situado cerca de la máscara que conservaba de su amigo. Un día, el programa se saltó su programación y jugó con una rutina diferente, incluyendo la apertura francesa del siglo XVIII. Y si esto no impresiona... ¡el ordenador ni siquiera estaba enchufado! Al menos eso declaró Kelly, según el cual, el fenómeno se repitió varias veces en fechas venideras sin que una inspección del aparato o de la máscara de su amigo revelaran nada anormal.
Sea este un sencillo homenaje para un hombre que supo derrotar a la adversidad y si bien no llegó a realizar su sueño de ser actor, su historia al menos sirvio de inspiracion.
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