Alfonso Sánchez García (1880-1953), retrató, con la colaboración de sus hijos, la agitada primera mitad del siglo XX en España.
Alfonso inmortalizó la huelga revolucionaria de 1917, el vuelo del Plus Ultra, el alzamiento republicano de Jaca y las campañas militares de Marruecos, donde trabó relación con los generales Franco y Moscardó. Estos contactos propiciaron posiblemente que el fotógrafo, un hombre progresista vinculado a Manuel Azaña, se librara de mayores represalias tras el triunfo fascista. No obstante, fue depurado y su trabajo se tuvo que limitar al estudio.
Alfonso destacó también por sus magníficos retratos, que han pasado al imaginario popular y se han convertido en la imagen más conocida de sus protagonistas.
Ejemplos indiscutibles son:
La fotografía de Antonio Machado sumergido en el poliédrico marco cubista de los espejos del café de Las Salesas; la de Ramón María del Valle-Inclán en su diván mostrando los agujeros de las suelas de los zapatos o la de Federico García Lorca ligeramente movido y con el fondo único de una maceta con
flores; así como la de Benito Pérez Galdós, casi ciego, escondido tras sus gafas y acariciando cariñosamente a su perro, o el impresionante retrato de Pío Baroja, ensimismado en sus pensamientos.
1 comentario:
Para contemplar más fotografías de Alfonso, recomiendo esta página: http://www.elmundo.es/especiales/2002/11/cultura/alfonso/foto1.html
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