Dionisio El Viejo, tirano de Siracusa, vivio en el siglo IV a. C. fue un gran guerrero y participó en todas las batallas de aquel entonces. Fue, además, un hombre sagaz y desconfiado, que sometió a su pueblo a la arbitrariedad y la tiranía. Como buen tirano fue respetado por temor, pero no era querido por su pueblo.
Cuenta Cicerón en sus "Tusculanas" que un día, un cortesano llamado Damocles, que envidiaba la vida cómoda del tirano, quiso hacerle un halago y le dijo que nadie en el mundo podía ser tan feliz y afortunado como él.
- ¿Quieres disfrutar de un día de mi felicidad? le preguntó Dionisio y Damocles aceptó.
Dionisio le invitó a intercambiarse y le sirvió un magnífico banquete. Sólo cuando Damoles se dio cuenta de que sobre su cabeza pendía una afilada espada, apenas sostenida por una crin de caballo, se arrepintió y deseó volver a ser él mismo.
- Ahora ya ves todo lo feliz que es mi vida. Mis guardias saben que también sus vidas penden de un hilo.
También Horacio en una de sus "Odas" nos cuenta esta historia, lo que hace suponer, que tanto él como Ciceron, la sacaron de una leyenda mas que de la realidad. El origen de esta leyenda estaría en Historia de Sicilia escrita por Timeo de Tauromenio (356-260 a.C.)
1 comentario:
El cuadro corresponde a La espada de Damocles, de Richard Westall, 1812
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