1. “Quien da primero, da dos veces”. Hoy es una de las obviedades más repetidas, pero hubo un personaje que enunció ese razonamiento antes que nadie (en el s. I d.C.). Fue Séneca, uno de los más grandes pensadores de todos los tiempos.
. 2. “Santiago y cierra España”. Dicho popular del s. VIII. Se dice que Santiago apóstol dirigió este grito de guerra a los cristianos en la batalla contra Abderramán II. Cerrar, en castellano antiguo, era embestir, atacar al enemigo.
. 3. “No se ganó Zamora en una hora”. No fue una hora sino siete meses los que estuvo la ciudad asediada por Sancho II, que fue traicionado al final por Bellido Dolfos en el año 1072. La plaza volvió después a manos de la reina Doña Urraca.
. 4. “¡Oh, Dios, qué buen vasallo si tuviera buen señor!”. En el Cantar de Mío Cid (alrededor del año 1200) se recuerda cómo Rodrigo Díaz de Vivar se enfrentó con el rey Alfonso por cuestiones personales. Cuando éste le desterró de Castilla, los suyos pronunciaron estas palabras.
. 5. “No hay tu tía”. Se trata de una alteración de “no hay tutía o atutía”. La tutía o atutía era considerada en la Edad Media como un medicamento de origen árabe (al-tutiya) para las enfermedades de los ojos.
. 6. “Los amantes de Teruel. Tonta ella y tonto él”. Se aprovecha de un relato del siglo XIII, Los amantes de Teruel, que narra el amor imposible entre Juan Diego Martínez de Marcilla e Isabel de Segura, para dejar claro que no hay que perder el tiempo con objetivos difíciles de cumplir.
. 7. “Por los cerros de Úbeda”. Fernando III, el santo esperaba a un hidalgo aliado suyo que iba a ayudarle con sus huestes a tomar la ciudad jienense. Éste, con pocas ganas de guerra, llegó tras la conquista del año 1233 diciendo que se había perdido por los cerros de la zona.
. 8. “Cualquier tiempo pasado fue mejor”. Se difundió en España gracias a la elegía del poeta Jorge Manrique (1440-1478) a la muerte de su padre, Rodrigo Manrique, aunque el poeta la tomó de la Biblia, donde puede leerse tal cual dentro del Eclesiastés.
. 9. “Tanto monta, monta tanto”. Es lo que ponía en el escudo de armas de Isabel de castilla y Fernando de aragón, los Reyes Católicos, cuando ambos se casaron en 1469. Suele ir acompañada por la coletilla: “Tanto monta, monta tanto, Isabel como Fernando”.
. 10. “Que salga el sol por Antequera”. Se emplea para mostrar despreocupación por un asunto determinado. En la toma de Granada, en 1491, las tropas españolas la usaban como un equivalente a “que salga el sol por donde salga”. Desde donde se encontraban, el sol no salía nunca por Antequera, que está al oeste de Granada.
. 11. “Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre”. Granada caía en 1492 por el empuje de las tropas cristianas, mientras que Boabdil, el último rey nazarí de la ciudad, se consolaba ante su madre Aixa, que le reprendía por su actitud derrotista y su falta de habilidad militar para defender la última plaza de Al-Andalus.
. 12. “Llevarla al huerto”. Es una expresión que se utiliza desde 1499, año en el que la alcahueta Celestina, personaje inmortalizado por Fernando de Rojas, consiguió llevar a Melibea al huerto en que la esperaba su enamorado Calixto.
. 13. “Hacer las cuentas del Gran Capitán”. Alude a las tan discutidas cuentas millonarias que Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, presentó a los Reyes Católicos después de haber conquistado para ellos el reino de Nápoles en 1504.
. 14. “Al enemigo que huye, puente de plata”. Es decir, conviene facilitar la huida del enemigo que nos molesta para librarnos de él sin tener que combatir. Esta máxima militar tan sobada en la actualidad pertenece también a Gonzalo Fernández de Córdoba (1453-1515).
. 15. “Más vale morir con honra que vivir deshonrado”. Frase de Hernán Cortés (1485-1547) que ha sido utilizada y transformada por muchos líderes políticos, pero el que la rescató y la convirtió en inmortal fue Ernesto Che Guevara (1928-1967), que le dio su toque personal: “Más vale morir de pie que vivir de rodillas”.
. 16. “Se armó la de San Quintín”. En esta batalla casi olvidada (1557), los tercios del Ejército español entraron en Francia desde Flandes y aniquilaron a las huestes francesas, pero perdieron a la vez muchos hombres. De esa victoria pírrica nació esta conocida expresión.
. 17. “Decíamos ayer”. Tras pasar cuatro primaveras en la cárcel bajo la acusación de haber traducido partes de la Biblia a la lengua vulgar, Fray Luis de León volvió a dar clase en su cátedra de Salamanca en 1576 y utilizó estas mismas palabras para retomar lo que había dejado a medias durante ese tiempo.
. 18. “París bien vale una misa”. En 1593, Felipe II, interesado en que el trono francés lo ocupara su hija Isabel, accedió a que Enrique III de Navarra, calvinista recalcitrante, se casara con ella y se convirtiera en rey de los galos siempre que renunciara al protestantismo y abrazase la fe católica. Y Enrique contestó: “París bien vale una misa”. Católica, claro.
. 19. “Mandé mis barcos a luchar contra los ingleses, no contra los elementos”. La Armada Invencible perdió más barcos por las tempestades que por el fuego de los buques ingleses. Por eso, cuando la armada volvió maltrecha a España, Felipe II justificó la derrota con esta frase en 1588.
. 20. “Quien fue a Sevilla, perdió su silla”. Procede de un acontecimiento verídico: en el siglo XVI, el arzobispo de Sevilla intercambió por un tiempo su puesto con su sobrino, el arzobispo de Santiago, que era incapaz de dominar la ciudad gallega. Cuando quiso volver a su tierra, el sobrino se negó a cederle el sillón.
. 21. “Con la Iglesia hemos topado”. El Quijote es una fuente inagotable de sentencias célebres extrapolables a cualquier contexto actual. En un pasaje de la obra, Miguel de Cervantes (1546-1616), por boca del inmortal hidalgo manchego, expresa la imposibilidad de enfrentarse con el poder.
. 22. “Donde una puerta se cierra, otra se abre”. Otra ingeniosidad de Miguel de Cervantes y su Quijote, una versión del “no hay mal que por bien no venga” que se utiliza habitualmente para expresar optimismo ante una situación que parece desesperada.
. 23. “Ladran, luego cabalgamos”. Cervantes hizo referencia a las consecuencias de nuestras acciones. Si Don Quijote y Sancho se hubieran mantenido quietos sobre sus cabalgaduras, los perros nunca habrían ladrado.
. 24. “Todos a una, como en Fuenteovejuna”. Como relató Lope de Vega (1562-1635), el Fénix de las letras españolas, en este pueblo cordobés la gente se unió para ajusticiar al Comendador, un auténtico cacique responsable de muchos agravios.
. 25. “La envidia va tan flaca y amarilla porque muerde y no come”. Archirrepetida idea de Francisco de Quevedo (1580-1645), tal vez por ser la envidia, ya desde el Siglo de Oro, el mal nacional y el más importante y común de los siete pecados capitales.
1 comentario:
Extracto del artículo 100 frases históricas de Alberto Rojas
Publicar un comentario