Se cree que los naipes existían ya en China antes del año 1.000 a.C. Éstos habrían derivado del juego del dominó, en sus orígenes de fichas de papel, y de las "cartas de monedas", otro juego del que se mantuvo la iconografía.
Hacia 1375, los naipes entran en Europa. Cada pueblo sustituye los palos y las figuras orientales por aquellas más cercanas a su tradición cultural. Aparecen los bastones, los bastos, cetros, corazones y cascabeles entre otros.
En el siglo XIII, los naipes llegaron hasta Oriente Medio. De esta época, se posee parte de una baraja de 52 naipes, coloreados a mano y divididos en 4 palos, oros, copas, espadas y palos de polo.
En 1440, los maestros naiperos italianos crean un nuevo juego llamado Tarocco. Añaden "El Loco" y 22 cartas especiales más. En Francia, se le denomina Tarot y a partir de 1780, se empieza a utilizar en adivinación. En 1470, los franceses incorporan los corazones, picas, tréboles y rombos a sus cartas. Como figuras, utilizan héroes de la literatura y de la historia: el Rey David, Héctor, Julio César, Carlo Magno…
Hasta la segunda mitad del siglo XVII, las cartas llevaban el reverso en blanco. A partir de ese momento, se comenzaron a imprimir los reversos con el fin de dificultar que los jugadores adivinasen las cartas de sus oponentes.
A partir de 1860, se sustituyen las figuras enteras por las reversibles. Más tarde, se incorporan los índices en todas sus variantes: dos, cuatro, gigante, únicamente numerales… Y en Estados Unidos, aparece la figura del joker.
La baraja española es única en el mundo debido a la ausencia de la reina y a la riqueza de sus diseños. Sus figuras son de inspiración medieval y sus palos representan a los estamentos más importantes de la época, comerciantes (oros), clero (copas), nobleza (espadas) y siervos (bastos).
En castellano, muchas expresiones derivan directamente del mundo de los naipes: "cantar las cuarenta", "barajar varias posibilidades", "tener un as en la manga" o "ser un as" entre otras.
Hacia 1375, los naipes entran en Europa. Cada pueblo sustituye los palos y las figuras orientales por aquellas más cercanas a su tradición cultural. Aparecen los bastones, los bastos, cetros, corazones y cascabeles entre otros.
En el siglo XIII, los naipes llegaron hasta Oriente Medio. De esta época, se posee parte de una baraja de 52 naipes, coloreados a mano y divididos en 4 palos, oros, copas, espadas y palos de polo.
En 1440, los maestros naiperos italianos crean un nuevo juego llamado Tarocco. Añaden "El Loco" y 22 cartas especiales más. En Francia, se le denomina Tarot y a partir de 1780, se empieza a utilizar en adivinación. En 1470, los franceses incorporan los corazones, picas, tréboles y rombos a sus cartas. Como figuras, utilizan héroes de la literatura y de la historia: el Rey David, Héctor, Julio César, Carlo Magno…
Hasta la segunda mitad del siglo XVII, las cartas llevaban el reverso en blanco. A partir de ese momento, se comenzaron a imprimir los reversos con el fin de dificultar que los jugadores adivinasen las cartas de sus oponentes.
A partir de 1860, se sustituyen las figuras enteras por las reversibles. Más tarde, se incorporan los índices en todas sus variantes: dos, cuatro, gigante, únicamente numerales… Y en Estados Unidos, aparece la figura del joker.
La baraja española es única en el mundo debido a la ausencia de la reina y a la riqueza de sus diseños. Sus figuras son de inspiración medieval y sus palos representan a los estamentos más importantes de la época, comerciantes (oros), clero (copas), nobleza (espadas) y siervos (bastos).
En castellano, muchas expresiones derivan directamente del mundo de los naipes: "cantar las cuarenta", "barajar varias posibilidades", "tener un as en la manga" o "ser un as" entre otras.
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