Su creador, nacido en Valle de la Serena en 1914, alcanzó notoriedad dado que el motor se ponía en marcha en cuantas exhibiciones realizó para demostrar la viabilidad de su invento.
Su lista de patentes comenzó en 1931 y se alargaría hasta casi el centenar en el transcurso de los años. En los certámenes internacionales que se organizan para dar a conocer los inventos Arturo Estevez llegó a conseguir dos medallas de plata. Una por un 'purificador de gases contaminantes' y otra por su 'Sistema para recuperación de helicópteros en caso de avería' por el que, al parecer, se interesó la NASA.
El invento estrella de este extremeño quedó en punto muerto por orden de Franco tras recibir un informe desfavorable de la Escuela de Ingenieros, orden que cerró con una frase lapidaria "Ya se ha hecho bastante el ridiculo". Dicho dictamen por parte de los ingenieros es comparable al de Simon Newcomb cuando dijo ante una corte de entusiastas cientificos y sabios "Ningun objeto más pesado que el aire puede volar" y emborrono un monton de papeles con complicadas formulas que lo demostraban, sólo que 6 meses despues, los hermanos Wright, demostraron que para volar no se debia de saber muchas matematicas.
Las implacables leyes de la mecánica y la termodinámica a las que recurrieron los ingenieros desmontaron las teorías de Estévez Varela, aunque para éste no debían ser desconocidas puesto que tenía el título de perito industrial.
En realidad, como insistía en precisar, no se trataba de un motor de agua, sino de un generador de hidrógeno a partir del agua que se suministraba junto con un reactivo cuya composición Estevez nunca reveló.
Otra teoría entre las muchas que circularon sobre el tema era que la patente del motor de agua le fue comprada al inventor y arrinconada ante la amenaza que suponía para un sistema basado en el 'oro negro' que mueve dinero a raudales y que con ello se resarciría de los 9 millones de pesetas que confesó llevar gastados en su invento.
Lo que sí se puede comprobar es que en la Oficina de Patentes y Marcas del Ministerio de Industria no existe referencia alguna al 'motor de agua' de Arturo Estévez.
Parece ser que con 45 litros de agua y “boro” como reactivo, se liberan 5 kg de Hidrógeno. El boro, el sodio o el calcio son elementos que en contacto con el agua son muy reactivos y permiten separar el oxígeno del hidrógeno que intervienen en la composición molecular del agua.
Su lista de patentes comenzó en 1931 y se alargaría hasta casi el centenar en el transcurso de los años. En los certámenes internacionales que se organizan para dar a conocer los inventos Arturo Estevez llegó a conseguir dos medallas de plata. Una por un 'purificador de gases contaminantes' y otra por su 'Sistema para recuperación de helicópteros en caso de avería' por el que, al parecer, se interesó la NASA.
El invento estrella de este extremeño quedó en punto muerto por orden de Franco tras recibir un informe desfavorable de la Escuela de Ingenieros, orden que cerró con una frase lapidaria "Ya se ha hecho bastante el ridiculo". Dicho dictamen por parte de los ingenieros es comparable al de Simon Newcomb cuando dijo ante una corte de entusiastas cientificos y sabios "Ningun objeto más pesado que el aire puede volar" y emborrono un monton de papeles con complicadas formulas que lo demostraban, sólo que 6 meses despues, los hermanos Wright, demostraron que para volar no se debia de saber muchas matematicas.
Las implacables leyes de la mecánica y la termodinámica a las que recurrieron los ingenieros desmontaron las teorías de Estévez Varela, aunque para éste no debían ser desconocidas puesto que tenía el título de perito industrial.
En realidad, como insistía en precisar, no se trataba de un motor de agua, sino de un generador de hidrógeno a partir del agua que se suministraba junto con un reactivo cuya composición Estevez nunca reveló.
Otra teoría entre las muchas que circularon sobre el tema era que la patente del motor de agua le fue comprada al inventor y arrinconada ante la amenaza que suponía para un sistema basado en el 'oro negro' que mueve dinero a raudales y que con ello se resarciría de los 9 millones de pesetas que confesó llevar gastados en su invento.
Lo que sí se puede comprobar es que en la Oficina de Patentes y Marcas del Ministerio de Industria no existe referencia alguna al 'motor de agua' de Arturo Estévez.
Parece ser que con 45 litros de agua y “boro” como reactivo, se liberan 5 kg de Hidrógeno. El boro, el sodio o el calcio son elementos que en contacto con el agua son muy reactivos y permiten separar el oxígeno del hidrógeno que intervienen en la composición molecular del agua.
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