La Fe Bahá'í es la más joven de las religiones independientes del mundo.
El 23 de mayo de 1844, en Shiraz, Persia, un comerciante de 24 años conocido como el Báb anunció la inminente aparición del Mensajero de Dios que esperaban todos los pueblos del mundo. El título Báb significa "la puerta." Aun siendo portador de una revelación independiente de Dios, el Báb declaró que su propósito era preparar a la humanidad para este advenimiento.
Este mensajero fue Mírzá Husséin Alí(1817-1892) más conocido como Bahá'u'lláh (Gloria de Dios) que es considerado por los bahá'ís como el más reciente en la cadena de Mensajeros de Dios que se extiende mucho más allá de lo que recuerda la historia y que incluye a Abraham, Moisés, Buda, Zoroastro, Cristo y Mahoma.
Abbás Effendi, hijo mayor de Bahá'u'lláh, tomó como título `Abdu'l-Bahá, el "Siervo de Bahá". Bahá'u'lláh le nombró el único intérprete autorizado de las enseñanzas bahá'ís y la Cabeza de la Fe tras su propio fallecimiento. En `Abdu'l-Bahá se ve un ejemplo perfecto del modo de vida bahá'í.
El modo de vida que procuran cultivar los bahá'ís es aquél que estimule el desarrollo personal. La oración y meditación diaria liberan al alma de las pautas condicionadas y lo abren a nuevas posibilidades. Participando en proyectos con personas de diversas procedencias derriba prejuicios tradicionales. Se evita el uso del alcohol o de drogas narcóticas, excepto cuando esten prescritas por razones médicas, porque estas sustancias acaban aniquilando la mente. Lo mismo ocurre con el hábito de la murmuración, que debilita la confianza entre la gente y arruina el clima de unidad del que depende el progreso humano.
Entre los principios que promueve la Fe Bahá'í como vitales para alcanzar esta meta figuran:
· El abandono de todas las formas de prejuicio.
· Asegurar a las mujeres plena igualdad de oportunidades con los hombres.
· El reconocimiento de la unidad y relatividad de la verdad religiosa.
· La eliminación de los extremos de pobreza y riqueza.
· Conseguir la educación de todos.
· La responsabilidad de cada persona de buscar la verdad independientemente.
· El establecimiento de una federación mundial.
· Reconocer que la verdadera religión está en armonía con la razón y la búsqueda del conocimiento científico.
Los templos bahá'ís están abiertos a todos. Aunque varían mucho entre sí en estilo arquitectónico, todos tienen nueve lados y una cúpula central que simbolizan al mismo tiempo la diversidad de la raza humana y su unidad esencial.
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