Pionera

Navarra es pionera en energías alternativas y en la lucha contra el cambio climático, que comenzó hace décadas cuando esa cuestión sólo la planteaban algunos visionarios.

Se ha inaugurado en Sangüesa el Laboratorio de Ensayo de Aerogeneradores del Centro Nacional de Energías Renovables (CENER), el mayor centro eólico que existe en el mundo. La actuación se ha llevado a cabo por un acuerdo entre el Centro de Energías Renovables, el Gobierno de Navarra, el Ministerio de Ciencia e Innovación y el CIEMAT. CENER, del que dependen las nuevas instalaciones, es un centro tecnológico especializado en la investigación aplicada y el desarrollo y fomento de las energías renovables de alta cualificación y prestigio internacionales.

Se trata de una infraestructura única en el mundo, tanto por la potencia de las máquinas, como por la amplia y variada oferta de servicios tecnológicos que presta. Las instalaciones cuentan con laboratorios de ensayo de Palas, de Tren de Potencia, Túnel de Viento, de Materiales Compuestos y Procesos y de Aerogeneradores. 

Cuenta con seis áreas de trabajo e investigación en el campo de las energías: eólica, solar térmica y solar fotovoltaica, biomasa, arquitectura bioclimática, e integración en red de las energías renovables.

Además, está previsto que las actuales infraestructuras se completen con un parque eólico experimental en el que se realizarán ensayos en terreno complejo de prototipos y certificación de aerogeneradores.

También se acaba de inaugurar de manera oficial en Aoiz la Planta Ecointegra de reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos, divulgación de las buenas prácticas medioambientales e I+D+i, promovida por la Fundación Aspace Navarra para el Empleo, en el que trabajan quince personas con discapacidad. Una planta que persigue como objetivo principal ser modelo en Europa en esta actividad.

Actualmente, la empresa cuenta con 15 empleados con discapacidad, aunque su objetivo persigue llegar a la creación de 30 puestos para este tipo de trabajadores. Sus instalaciones se extienden en una superficie de 2.500 metros cuadrados construidos en zona de reciclaje, y 804 para oficinas, divulgación e I+D+i.

En el proyecto se han invertido seis millones de euros, procediendo un 30% de la financiación del departamento de Industria del Gobierno de Navarra; un 10% del Servicio Navarro de Empleo; y otro 10% de obras sociales de entidades financieras, como Caja Madrid, Caixa y Caja Navarra. El 50% restante se cubrió con financiación propia.

La planta se ha especializado en el reciclaje de frigoríficos y de pequeños aparatos electrodomésticos (PAE), siendo capaces de tratar 40 a la hora; Este año, un 60% de los residuos tratados ha procedido de la Comunidad Autónoma Vasca; un 18%, de Navarra; un 13%, de Asturias; un 8%, de Castilla León; y un 1%, de la Rioja. De esta forma, por cada mil aparatos reciclados, se obtienen 26.720 kilos de hierro; 4.875 kilos de plástico; 1.825 kilos de aluminio; 710 de cristal; 180 de cobre; 115 de cables y 290 de CFC (derivados de los hidrocarburos saturados). De esta forma, cada kilo de CFC recuperado equivale a evitar emitir 58 de CO2 a la atmósfera: de ahí, que hasta el momento, Ecointegra ha impedido 278,4 toneladas de emisiones de dióxido de carbono.