lunes, 23 de mayo de 2011

El libro ininteligible

El escritor irlandés James Joyce (1882.1941) creador de la obra cumbre Ulises (1922), también lo es de la controvertida novela Finnegans Wake, una obra inacabada que realizó en 1939 y que mantuvo a sus editores durante muchos años dándole vueltas al asunto para hacer una reimpresión.





Nadie, hasta el día de hoy, absolutamente nadie, sabe de que trata el Finnegans Wake, de James Joyce, hay sólo pistas, eso si, claro. El escritor sentenció que los críticos tardarían al menos 300 años en descifrar su obra, escrita en un inglés desnaturalizado que incorpora oraciones y párrafos enteros en 70 idiomas.



Se publicó por primera vez el cuatro de mayo de 1939, la inmensa mayoría de los lectores dijo que no había podido leerla y que el autor estaba loco y fue un misterio para todos los críticos de la época.
El título de la obra alude a una popular balada callejera de mediados del siglo XIX, donde se narra la muerte y resurrección paródica de Tim Finnegan, un irlandés aficionado a la bebida, y que juega con el sentido etimológico de la palabra whiskey o agua de la vida.


La novela abarca las horas de sueño del personaje, mediante un lenguaje nocturno, con abundantes juegos de palabra, puns, deformaciones del inglés, introducción de palabras en decenas de lenguas de los cinco continentes y una densidad simbólica que convierte la novela en una condensación de la estética Joyceana como interacción entre microcosmos y macrocosmos.


Algunos han definido esta obra de Joyce como una frase de 700 páginas. Y esto se decía de la primera edición. Ahora se ha hecho una segunda revisión gracias a la editorial Houyhnhm. Diecisiete años ha tardado el proceso de composición entre copias y revisiones. El primer texto que entregó James Joyce tenía bastantes fallos (9.000 para ser más exactos) y ahora tenemos la oportunidad de leerlo con sus correcciones oportunas.


Finnegans Wake sigue siendo el reto de las editoriales españolas, que no se atreven a abordar la traducción de esta obra, jamás publicada íntegramente en castellano. Sólo ha existido un intento, una edición parcial, no completa, un «experimiento», como lo definió Esther Tusquets. Corría el año 1993 y el trabajo de verter la polémica obra de Joyce a nuestra lengua le correspondió a Víctor Pozanco.


Sí existen traducciones de capítulos sueltos. Cátedra ha publicado, a cargo de Francisco Garcia Tortosa, el capítulo VII encabezado con el título Anna Livia Plurabelle. Juan Díaz Victoria, desde la otra orilla del Atlántico, está enfrentándose al desafío. En su versión está castellanizándolo todo. Los resultados se pueden consultar en internet. Según traduce, cuelga en su blog parte de sus esfuerzos.


Controvertida y mítica, esta novela se ha convertido en el caballo de batalla de la industria editorial. ¿Se cumplirán los vaticinios del autor? De ser así, mucho me temo que nos quedaremos sin verla descifrada.

1 comentario:

vidiya dijo...

Para hacernos una pequeña idea:
http://www.difusioncultural.uam.mx/casadeltiempo/89_jun_2006/casa_del_tiempo_num89_53_56.pdf