
Luis XIV, uno de los más destacados reyes de la historia francesa, consiguió crear un régimen absolutista y centralizado, hasta el punto que su reinado es considerado el prototipo de la monarquía absoluta en Europa. El Rey Sol demostró ser un gran derrochador, repartiendo grandes sumas de dinero para financiar la corte real. Fue un mecenas de las artes, financiando a grandes figuras de la literatura y la cultura como a Jean-Baptiste Poquelin (Molière), Charles Le Brun y Jean-Baptiste Lully. También puso a la Academia Francesa bajo su protección. Luis XIV fue quien ordenó la construcción del complejo militar de Los Inválidos para dar cobijo a los oficiales y soldados que le fueron leales en el ejército, pero, por su edad o sus heridas, ya no eran aptos para combatir. Convirtió el Palacio de Versalles, originalmente un refugio de caza construido por su padre, en un espectacular palacio real.
Al mismo tiempo realmente preocupado por su imagen, Luis XIV puso de moda algunas de sus costumbres en el vestir: enormes pelucas de pelo natural, mangas adornadas de ricos encajes y, como no, los zapatos de tacón. Zapatos exquisitos y únicos elaborados siempre por su zapatero personal, el francés Nicholas Lestage. Un artesano al que dio precisas instrucciones: refinados, aunque adornados con vistosos lazos, brocados y piedras preciosas; suelas de color rojo; tacones con una pequeña curvatura; bordados en plata con escenas de batallas... Todo un derroche de imaginación y sofisticación. Hasta tal punto el Rey era fanático de sus nuevos zapatos que -en parte, para hacer constatar su supremacía- prohibió llevar el exclusivo modelo al resto de la corte y aquel que le desobedeciera sería castigado con la pena de muerte.
Luis XIV murió el 1 de septiembre de 1715 de gangrena, pocos días antes de su setenta y siete cumpleaños y tras setenta y dos años de reinado. Su cuerpo yace en la basílica de Saint-Denis, en París. Prácticamente todos los hijos legítimos del rey murieron en la infancia. El único que llegó a la madurez, su hijo mayor Luis, el Gran Delfín murió antes que su padre, en el año 1711, dejando tres hijos. El mayor de ellos, Luis, Duque de Borgoña, murió en 1712, seguido por el hijo mayor de éste, Luis, Duque de Bretaña. Por lo tanto, el bisnieto de cinco años de Luis XIV, Luis, el Duque de Anjou, hijo pequeño del Duque de Borgoña y Delfín tras la muerte de su abuelo, su padre y su hermano mayor, fue el sucesor al trono francés, reinando como Luis XV de Francia.
El reinado de Luis XIV es considerado como el más grande de la historia francesa. Luis XIV colocó a un Borbón en el trono español, hasta entonces el principal enemigo francés, acabando así con siglos de rivalidad con dicho país europeo que se remontaba a la época de Carlos I.
No hay comentarios:
Publicar un comentario